2024-07-15

Ida Tarbell | Periodistas vs Rockefeller

A "Esa mujer", "Ni una palabra", le dijo John D. Rockefeller Sr. a sus subordinados. "Ni una palabra sobre esa mujer descarriada".

Ida Minerva Tarbell fue una periodista norteamericana con una maestría en biología, comenzó en la revisat McClure, que incomodó con su periodismo de investigación a la mafia Rockefeller. Ella expuso como eliminaban a la competencia tratando de crear una tiranía, no un monopolio, los abusos laborales, los malos salarios, etc. en su libro "La historia de la compañía Standard Oil".

Ella conoció de cerca la historia pues vivía en un lugar al que arribó la fiebre petrolera y los intereses de Rockefeller: La familia empezó a disfrutar si, ciertamente de "lujos de los que nunca habíamos oído hablar", y Titusville, así como las áreas circundantes en Oil Creek Valley "se habían convertido en una industria organizada" a la que se le auguraba "un futuro espléndido".

Pero, "esta ciudad alegre y próspera recibió un golpe", que llegó en la forma de una corporación cuyo nombre prometía bondades -La compañía del mejoramiento del Sur (South Improvement Company, creada por empresas ferroviarias)-, pero que provocó sinsabores que se llevaron apelativos menos favorables, como "la guerra del petróleo" y la Masacre de Cleveland en 1872.

A los pocos meses de fundada, el estado de Pensilvania revocó el estatuto de la Compañía de Mejoramiento del Sur por la fuerte movilización violenta de los pobladores.

Aunque Rockefeller logró hacer vender después a la mayoría sus empresas a cambio de acciones, los Tarbell no cambiaron de posición, y sabían que era mejor la independencia.

Frank Tarbell, tenía un socio que "arruinado por la compleja situación" se suicidó, y la casa de la familia Tarbell tuvo que ser hipotecada para enfrentar las deudas de la empresa.

Rockefeller haría después lo mismo en Pittsburgh, Filadelfia, Baltimore, Nueva York y otros centros de refinación.

A principios de la década de 1880, las guerras del petróleo habían pasado y la mayoría de los independientes habían quebrado o vendido a Rockefeller.

Ida Tarbell quedó devastada por el "odio, la sospecha y el miedo que envolvió a la comunidad" tras el episodio.

"Entre la alarma, la amargura y la confusión, deduje de las palabras de mi padre una convicción que aún mantengo: que lo que había sucedido estaba mal".

Theodor Roosevelt favorable a la corrupción de Rockefeller llamó a los periodistas y políticos críticos "rastrilladores de estiércol" que sólo veían la corrupción y no lo bueno que había hecho en su opinión los empresarios corruptos como Rockefeller.

DESTRUCCIÓN DE DOCUMENTOS:

Cuando descubrió que algunos documentos habían sido destruidos o, curiosamente, sacados de los archivos públicos, continuó sus pesquisas, convencida de que "aparecerían" en alguna parte copias de los informes faltantes o de las investigaciones sobre las actividades de Rockefeller. Y así fue.

Apoyada en los documentos que desenterró, entrevistas con empleados y abogados, así como conversaciones con el ejecutivo más poderoso de Standard Oil, Henry H. Rogers, en la casa del autor Mark Twain, Tarbell escribió una serie que empezó siendo de tres entregas y se extendió a 19, bajo el título de "La historia de la compañía Standard Oil".

Recordando, por ejemplo, la única vez que lo vio en persona, escribió que lo primero que pensó fue que era "el hombre más viejo del mundo, una momia viviente".

En ese momento, Rockefeller tenía 66 años, pero sufría de una condición conocida como alopecia generalizada, que lo había dejado sin cabello, pestañas y cejas.

Sus ojos le parecieron "pequeños, atentos y firmes, y son tan inexpresivos como una pared. Lo ven todo y no revelan nada".

Más allá de su apariencia física, lo acusó de estar "loco por el dinero" y lo tachó de "hipócrita".

Y concluyó: "Nuestra vida nacional es en todos los aspectos claramente más pobre, más fea, más mala, para el tipo de influencia que él ejerce".

Sus reportajes lograron que la Corte Suprema en 1911 que encontró que Standard Oil violaba la Ley Sherman Antimonopolio.

Sin embargo, Rockefeller mantuvo grandes participaciones en las 34 "mini Standards" que se crearon tras la intervención del Tribunal Supremo de Justicia de EE.UU. -entre ellas ExxonMobil y Chevron-.

La regla que usó fue la siguiente  los periodistas deben "consolar al afligido y afligir al poderoso".

FUENTE: REPORTE DE LA BBC EN ESPAÑOL.


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