SECTAS | PITÁGORICOS

Seguidores de Pitágoras de Samos (570​-c. 490 a. C.) un matemático, ocultista griego, creído profeta de los dioses, cercano a las creencias esotéricas de la numerología, hoy se le recuerda por su Teorema de Pitágoras la suma de los lados a+b de un triangulo rectángulo es igual a c hipotenusa en geometría euclidiana entre los tres lados de un triángulo rectángulo. 

La secta de los espiritistas so seguidores de las doctrinas pitagóricas, decía el espiritista Allan Kardec: El espíritu busca reencarnarse, es decir, renacer en la forma de un ser humano, del cual es su alma. Todos los seres humanos, como ya pensaba Pitágoras, pasamos por sucesivas fases migratorias. Vuestro periespíritu puede, en determinadas circunstancias excepcionales, materializarse. Los espíritus cus conocen el pasado, el presente y el futuro. A veces se materializan y tienen el poder de trabajar sobre la materia. Estamos rodeados de espíritus. Desde el punto de vista moral, debemos dejarnos guiar por los espíritus buenos, que dirigen nuestros pasos hacia el bien, y no dejarnos guiar por los espíritus malignos, que nos llevan al error.

Pitágoras era un asesino, que se dice asesinó a Hipaso por revelar que hay cifras que no se pueden expresar números naturales, dando origen a los números irracionales, que no se pueden expresar en fracciones.

El "pecado" de Hipaso fue ofender la supuesta "perfección" de los números de Pitágoras, el pecado real de Pitágoras fue ser un idolatra y soberbio.

Pitágoras aseguraba que había vuelto desde el Hades o mundo de los muertos y que los dioses le decían que ocultara cosas.

Por eso Pitágoras ordenó que muriera ahogado Hipaso de Metaponto.

El Tratado de las Vírgenes de San Ambrosio revela importantes secretos de la falsedad de la doctrina de Pitágoras:

EL PLACER NO SALVA Y NO QUITA LA SED DEL ALMA POR DIOS:

De Pitágoras, inventor del nombre de la Filosofía, dicen, que para dormirse mandaba que le cantasen con la Asuta alguna canción suave, que le endulzara el corazón fatigado por el trabajo del día y los cuidados y negocios temporales. Pero si esto pudo quizá satisfacer las ansias de un alma pagana, no satisface las de la nuestra, porque la traza con que el filósofo pretendía calmar las inquietudes puestas en su alma por los negocios del mundo, es semejante a la de quien quisiera lavar un ladrillo, sin caer en la cuenta de que cuanto más lo lavase, más lo ensuciaría. Por donde buscando remedio en el placer, se enfangaba más y más con el lodo de la carne.

LOS SANTOS DE PITÁGORAS NO SON TRIUNFADORES COMO LOS DE CRISTO:

Inés se arrojó al fuego antes que aceptar rendir culto quemando incienso a dioses falsos, así guardo su pureza en cambio la "Virgen" de Pitágoras, mujer pagana se arranca la lengua para no confesar un secreto de que fue violada quedando embarazada, por lo que no siguió Virgen y pura, y además muda, la gente vió que ya no era virgen aunque no lo dijera "sacrificio inútil": 

La pitagórica celebra en sus historias encarecidamente a una virgen, que habiendo sido violada se negó a descubrirlo, y no pudiendo defenderse de otro modo de las instancias del tirano empeñado arrancarle el secreto, cortóse la lengua con los dientes, escupiéndosela al rostro, para que no fuese pregonera de su propio deshonor. Pero ¡vano sacrificio! porque lo que no dijo la lengua, descubriólo la hinchazón del vientre profanado. Dio valeroso ejemplo de silencio, pero no de castidad, que sin duda habría salvado, reprimiendo los bajos impulsos de la carne cos del tirano.

Negándose a revelar con palabras el secreto, no pudo sin embargo evitar que la preñez la delatase. Y aunque callando venció a la Naturaleza, que le impulsaba a hablar para escapar del tormento, su heroico silencio no la salva del oprobio, ni escuda a su pudor; antes padece sin mérito la humillante deshonra a los ojos del tirano, que descubren en el cuerpo de la supuesta virgen lo que ella con vana insistencia se negaba a confesar.

No se parecen a ella las nuestras, sino que, muchísimo más nobles y dignas de admiración, vencen a los tiranos de la tierra y a los invisibles poderes del infierno, triunfando de la carne, de la sangre y del demonio. Ni hay punto de comparación entre la gloriosa Inés, niña en edad pero gigante en la virtud, y la tan alabada virgen de los pitagóricos, que al lado de nuestra esforzada atleta es como despreciable enano.

La gentil cortase la lengua, para que no la deshonre. Inés, en cambio, suelta la suya para cantar las divinas alabanzas. La gentil corta su lengua temiendo que la difame. Inés conserva la suya, como glorioso trofeo de la victoria, para dar gracias al Señor por habérsela otorgado; que no teme a la deshonra quien vive, como ella vivía, vida limpia en el cuerpo y en el alma a los ojos de Dios y de los hombres.

Por eso, mientras la virgen pagana oculta su deshonor en el secreto, la virgen cristiana confiesa públicamente a Dios a grandes voces, y sobreponiéndose a su tierna edad, pregona con las obras lo que apenas sabía decir con las palabras. 

https://youtube.com/shorts/UIuWxBSEK0Y?feature=shared

https://www.larazon.es/ciencia/20200201/fa5u3vylyza3popj2mcea4xiwa.html

Sucesores de la secta pitagórica: Masonería, númerologos, algunos matemáticos, brujos, ocultistas, creyentes en diversas formas de adivinación. 

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